lunes, 18 de enero de 2010

#12: Close your lips and don’t say I don’t do this.

Estaba en el cielo, me sentía tan bien, que hasta se me abrió el apetito. Estaba totalmente… enamorada.

-Tengo hambre, ¿Cuándo almorzamos?-le pregunté a Madeleine, la monja que nos acompañaba.

-¿Hambre?-se sorprendió-¿Desde cuándo te da hambre?-me dijo, porque era demasiado raro que me agarre hambre, ya que desde que mi dieta cambio a ser carnes blancas, y a veces un poco de arroz insípido para acompañar, no tenía hambre nunca.

-No sé. Solo tengo hambre-le sonreí y creo que vio mis ojos brillar.

-Yo creo que nos estas escondiendo algo, Annie.

-¿Algo?-bufé-Eso es completamente ridículo.

-Espero que lo sea-Habían empezado a sospechar de mí, lo que no era bueno porque así empezarían a vigilarme más de cerca. Mi almuerzo no fue nada diferente, y toda la tarde me la pase tirada sobre la nieve, me encantaba sentir esos pequeños copos de nieve sobre mí, era lo único mas frio que mi piel y me encantaba echarme ahí y pensar en nada. Eso era lo mejor.

La noche no se tardó en llegar, y mis ansias por tener a Nicholas conmigo de nuevo tampoco, pero me empecé a sentir mal, y con miedo de que un ataque me agarrara me eché en mi cama mientras esperaba que él llegara. Le escuche abrir la ventana, y entrar por ella, le miré con ojos débiles mientras sacudía un poco de nieve de su cabello y colgaba su bufanda en la cabecera de mi cama.

-¿Cómo estás?-se acercó a mi cama y se sentó junto a ella.

-Ahora mejor-le dije y él paso su mano por mi mejilla-Nick…-le susurre mientras me hundía en su mirada-Me gustas mucho-mi voz sonaba demasiado débil.

-Te besaría pero me da miedo que me pares aún antes de empezar-seguía acariciando mi mejilla.

-Y yo no te pararía, si no fuera que…-sonreí un poquito-se que te vas a decepcionar, no sé cómo… hacer… eso-le dije un poco sonrojada.

-No es cosa de saber o no-sus ojos me hablaban y me decían cosas que mis sentimientos no sabían cómo descifrar. Después de mirarnos un poco más, me levante de mi almohada hacia él, lo cual no era un camino muy lejano hasta sus labios, que cuando tocaron los míos una enorme explosión de sentimientos confusos me abarcaron totalmente. Tenía su aliento fresco con un toque a fresas de parte del dentífrico con el que me había cepillado. Sentí como una sonrisa se le formo, a los pocos segundos que toque sus labios, como si recién ahí hubiera comprendido que pasaba. Sin sacarle los labios de encima, me arrodille sobre mi cama y él se puso a mi altura, le rodeé el cuello con mis manos y él con las suyas mi cintura, con tal delicadeza, como si tuviera terror a que me rompiera si me abrazaba muy fuerte. No podía comprender lo que mis sentimientos gritaban, solo sentía una explosión de pensamientos, movimientos coordinados, y un toque de fresco y cálido aliento. Lo que después me llevo a entrar en un poco comprensible pánico, en el cual empecé a sentir cierta nostalgia que me decía que nunca volvería sentirme así. Un par de lágrimas salieron de mis ojos, lo que me llevaron a dejar de besarle para poder abrazarle.

-¿Annie?-preguntó sin dudar en abrazarme de vuelta-¿Estás bien?-no comprendía-¿Hice algo mal?-y creía que era su culpa.

-No…-sollozaba tristemente-estoy bien, bien-le dije dejándolo ir, y mirándole a los ojos-I really like you, Nick-le repetí una última vez-y no es tu culpa, yo solo estoy siendo tonta-deje caer mis brazos sobre mis piernas y él me levantó la barbilla.

-¿Segura que no me querés decir nada?-me preguntó extrañado y sospechando de mi.

-Estoy bien-le dije suspirando pesadamente-¿Te quedarías conmigo?-le pregunté sin ser especifica y me recosté sobre mi cama, dejándole suficiente campo para que se acomodase.

-Me encantaría-se acomodo junto a mí y por unos segundos me miro tratando de comprender mi llanto incesante. No podía soportar su mirada así que me acomodé sobre su pecho, y pasaron segundos después de quedarme dormida. Caí tan profundamente dormida que no noté cuando él salió del cuarto. A la mañana siguiente me desperté a la hora que había acordado con Joe y salí por la ventana temprano. Lo encontré pero esta vez no estaba solo, se encontraba con Kevin, sonreí y agarré un poco de nieve, la hice bola y se las tire antes de que me pudieran haber visto, haciendo que me carcajeara muchísimo.

-¡Hey!-se quejó en broma Joseph.

-¿Qué haces aquí?-le pregunte aún con una sonrisa a Kevin.

-Me daba curiosidad por que Joe salía tan temprano.

-Ah…-dije entre risas.

-¿A dónde vamos?-preguntó Kevin.

-Central Park-dijo Joe mirándome sonriendo y fuimos al auto de Joe. De nuevo nos encontrábamos frente el auto, yo dudaba en subir, porque sinceramente mi miedo no estaba totalmente terminado, así que temblé un poco, pero Joseph me alentó y subimos al auto. Fue muy divertido pasear un rato en el Central Park, había llevado tanto tiempo sin estar ahí que había olvidado cómo era.

-¿Solo eso hacen?-preguntó confundido Kevin-van a un lugar y después… ¿vuelven?

-Ajá…-dije con los cachetes colorados-mañana Joe me va a enseñar a manejar-le explique.

-¿Joe a vos?-lo miró y después a mí-No lo creo…-se rió mucho-primero que no se va a despertar por tercera vez tan temprano, y segundo no confío en que Joe te vaya enseñar algo-Joe le codeo riendo.

-Ya veremos-dijo mirándome unos segundos más mientras nos volvíamos antes de que se hiciera más temprano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario