sábado, 19 de diciembre de 2009

#6: You're my sunshine.

De nuevo los días se iban haciendo más fríos y a noviembre le quedaban pocos días para ser terminado al igual que mi castigo, pero no había rastros de Nick, era como si nunca hubiera existido, pero yo no podía sacarme de la cabeza su sonrisa y en especial tener su rostro tan cerca de mí. Soñaba casi todas las noches con eso, y a lo que nos pudo haber llevado. Pero envés de eso, me encontraba mirando por mi ventana esperando verlo venir por la calle de nuevo ¿Se abría enojado?, me sentía demasiado mal y no lo comprendía. Era demasiado pensar una y otra vez que había hecho mal. Los días de mi castigo terminaron y finalmente me dejaron salir de nuevo. No sabía a dónde ir, era una soleada mañana de sábado en la cual el frío no se sentía tanto como en otros días así que vi perfecto para ir a un pequeño parque cerca del orfanato. Pensaba una y otra vez lo que había pasado aquella noche, sentada en un viejo columpio que había en medio del parque.

-Hey there-Susurró una voz detrás de mí-Anna, ¿no?-preguntó sentándose junto a mí el hermano de Nicholas.

-Annie, en realidad-le dije-Muchos se equivocan, pero está bien… ¿Joseph?

-Joe-sonrió columpiándose junto a mí-¿Qué haces aquí sola?-me preguntó.

-Paso el rato, ¿Qué haces vos aquí?

-Estaba volviendo a mi casa y te vi aquí sentada, ¿Todo bien?

-No… no mucho, ¿Cómo está Nick?-le pregunté.

-Bien… Está saliendo con una chica, pero no nos dice nada.

-¿Saliendo?-pregunté asustada.

-Sí, pero no sabemos quién es, la mantiene en secreto. Uuh-rió.

-Genial-dije con los sueños destruidos mirando a mis zapatos.

-¿Vos estás saliendo con alguien?-me preguntó y paré de columpiarme para verle.

-No-dije sabiendo lo de Nick-¿Vos sí?-negó con la cabeza y nos columpiamos al mismo tiempo.

-No, antes, pero ya no.

-¿Por qué?

-Hay algunas chicas, que no valen la pena, Annie. Y peor las que gritan y buscan peleas todo el tiempo-me dijo.

-Si…-le dije sin saber que decir.

-La otra noche te escuchamos cantar, muy lindo-me sonrió con ojos brillantes.

-Gracias, ustedes no tocan nada mal-reí con los cachetes colorados.

-¿En serio estas bien? Pareces triste…-me dijo mirándome con delicadeza.

-¡Agg, y que te importa a vos!-le grité de forma de que evitaba cualquier cosa que estuviese intentando, me paré y emprendí camino de vuelta al orfanato.

-¡UO!-exclamó y se paró-¿Por qué tanta agresividad?-me preguntó deteniéndome-No me digas si no queres, pero es tonto que estés mal porque algún tonto te dejo plantada.

-Nadie me dejo plantada-le dije con cara de pocos amigos-ahora dejame por favor.

-No, lo que vos necesitas es comer algo-me sonrió-¿queres?

-No.

-Oh… ¿no tenes un poquito de sed?-me sonrió y por alguna loca razón no me pude resistir.

-Un poquito-volqué los ojos.

-¡Vamos!-caminamos hasta ese pequeño restaurante al que habíamos ido con Nick un par de veces. Y nos sentamos en una mesa, no me dejo ordenar nada, haciéndolo él mismo. Pronto me veía atrapada para tomarme una copa entera de Milk shake de chocolate.

-Entonces… ¿Qué pasó?-me preguntó sabiendo que algo me pasaba.

-… ¿Por qué tanto interés?

-Porque tal vez te pueda ayudar-sonrío y me quedé en silencio hasta que su sonrisa me obligo a hablar.

-Es un chico, que pensé que tal vez teníamos algo, y justo cuando iba a averiguarlo, nos interrumpieron y después de eso no lo vi mas-le expliqué tratando de no dar detalles.

-Mmmh-pensó-entonces, cuando se iban a besar no lo hicieron y después de eso ¿no lo volviste a ver?-negué con la cabeza sorprendida de que me hubiera comprendido-Bueno, entonces el tipo este es un tonto por dejarte ir justo en lo mejor-me dijo sin saber que hablaba de su propio hermano-Pero, como yo soy Joe, tengo la solución-me sonrío.

-¿Puedo escucharla?-le pedí divertida.

-Así está mejor-comentó sobre mi humor-Que tal si te invito al cine, y tratas de sacarte a ese tonto de la cabeza.

-No-le dije riendo.

-¿no?-preguntó confundido.

-¿Qué acaso nunca te habían rechazado?-negó muy sorprendido.

-¿Pero por qué no? No soy tan molesto una vez que me llegas a conocer bien, de verdad-me prometió y me reí.

-Me prohíben verlos, a todos ustedes, en general… no es nada contra vos-le expliqué.

-Escápate-me dijo con ojos de suplica-Por favor, estoy desesperado-me pidió.

-¿Tanto como para salir con alguien como yo?-le dije riendo.

-En realidad sos vos la que se bajaría a mi nivel… sos muy linda-me dijo un significante pero tonto cumplido.

-Eso no me va a ganar.

-¿Qué tengo que hacer?-preguntó.

-En serio estas desesperado. Te debió ir muy mal con la otra chica ¿queres darle celos o algo así?-Él asintió con la cabeza avergonzado.

-Está mal, ya sé pero no la soporto.

-Bueno.

-¿Sí?

-Sip-acepté y terminamos de comer, bueno él término de comer y quedamos en vernos en la noche para ir al cine. Yo solo le estaba ayudando no tenía más intenciones que esa, porque después de vivir toda mi vida rodeada de monjas, no podía decirle no a alguien que me pidiera ayuda. Así que ahí estaba yo en la noche escapándome por mi ventana para encontrarme con el hermano de la persona que no podía sacar de la cabeza. Caminamos juntos en el frío hasta su auto y me abrió la puerta. Estaba petrificada en el frío con el terror de subir a un auto de nuevo.

-¿Y sí caminamos mejor?-le propuse, y me miró con cara de estar loca-¿por favor?-le pedí y solo accedió a mi petición porque yo ya le estaba haciendo un favor a él.

-Hace frío-se quejó-¿Por qué caminamos?

-Es bueno caminar, Joe.

-Bueno, pero me debes una.

-Estoy yendo al cine ¿o no?

-Sí, pero yo accedí a no ir en auto y a congelarme.

-…Mmmh-le dije temblando casi como él. Finalmente llegamos al cine, después de casi diez minutos de caminata en la nieve.

-Mis zapatos están mojados-decía entre cortado Joe pero al mismo tiempo riendo-Dejame agarrarte la mano y estamos a mano-me sonrió y se me acerco. Tomé mucho aire y le dejé hacerlo-¿Cómo podes estar tan caliente?-me preguntó y yo lo mal interprete.

-¿Eh?

-Tu mano…-me explicó.

-No sé-le dije con los cachetes enrojecidos.

-Ahí esta…-dijo Joe-Abrázame.

-¿Eh?

-Abrásame, dale está viniendo-me susurraba sin soltar mi mano.

-¿Quién es?-le pregunté buscando entre la gente.

-Ella, dale, abrázame-me pedía desesperado, y yo la vuelteaba.

-No la veo. ¿Cuál es?-Ni me molestaba en buscar entre la gente yo solo me quedaba parada junto a él con una sonrisa maligna en el rostro.

-Joseph-Una vos se dirigió a nosotros, dejando en descubierto a una morena que no podía dejar de mirar nuestros dedos entrelazados.

-Oh, Ashley-dijo Joseph tratando de parecer que no la había visto antes.

-¿Quién es tu amiga?-preguntó un poco encolerada la morena.

-Eeh, creo que somos un poquito mas que amigos-levanté nuestras manos entrelazadas-¿Quién sos vos?-le dije con cara de pocos amigos, y a Joe se le escapó una risita.

-Nadie-dijo enojada la morena-Adiós Joseph-se despidió y se marchó. Para cuando está ya estaba lejos caímos en una risotada imparable.

-¡¡Sos muy genia!!-me decía Joseph y yo había ignorado que nuestras manos seguían entrelazadas.

-Y…si ya sé-me hice a la modesta-Eso realmente hizo mi día-reímos.

-¿Queres ver una película o nos volvemos?-me preguntó.

-Una película no nos haría mal-sonreí ahora con más confianza y entramos a ver una tonta película que casi no le preste atención porque estaba muy ocupada pensando cual sería la forma correcta en que Joseph dejara ir mi mano. Se la había adueñado por completo, y en algunas partes de la película acariciaba mi mano con su dedo gordo con muchísima confianza, muchísima más confianza de la que esperaba. La película termino y tuvimos que caminar de vuelta al orfanato, pero ahora no había un silencio incomodo, hablábamos con fluidez y desenvolvimiento, y él seguía apoderado de mi mano la cual estaba bien abrigada dentro de un bolsillo de su abrigo, lo que me obligo a que camináramos muy apegados.

Ya habíamos llegado al orfanato, y solo nos habíamos quedado parados en la misma posición unos cuantos pasos atrás de la entrada (de mi ventana por donde tenía que entrar).

-Creo que…-le dije divagando-…Creo que ya podes soltar mi mano-le dije y se enrojeció por completo.

-Perdón-me dijo y la dejo ir.

-Bueno, gracias por el cine, la pasé bien, sin querer-reí y le miré con una pequeña sonrisa aún en el rostro.

-De nada-me sonrió y quedamos en silencio unos segundos más.

-Adiós-le dije dando unos pasos hacia delante.

-Annie-me detuvo y me di vuelta.

-¿Eh?

-Mmh-divagó unos segundos-¿Me besarías para sacarme de dudas?-preguntó y yo sonreí negando con la cabeza.

-Es mejor que lo penses antes y te quedes con la duda-reí-Además, no sé cómo hacerlo-me carcajeé y subí por la ventana y una vez arriba me despedí con mi mano para verle alejarse ahora en su auto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario